domingo, 30 de junio de 2013

Familia, soy adicto

Familia, soy adicto

La verdad que hay muchas maneras de confesar a nuestros familiares más cercanos nuestro problema con cualquier droga, tenemos que afrontar la situación con valentía porque no sabremos cual será su reacción hasta que se lo digamos.

 

Obviamente será  una conversación  que  les destrozara la vida, Yo lo se porque yo tuve que sentarme delante de mis padres y confesar que tenía un problema. Mis padres se sorprendieron bastante porque ellos nunca habían tenido ningún tipo de problema con las drogas así que no se les paso por la cabeza que yo pudiera tenerlos, supongo que en ese momento se debieron sentir los peores padres del mundo porque como podían no haberse dado cuenta de lo que pasaba si ellos son mis padres y son las personas que mejor me conocen.

Hay varias maneras de hacer saber a tu familia que tienes un problema con las drogas, la primera y poco recomendable es que te pillen , y la otra ser valiente y confesar a tu familia tu problema y pedirles ayuda, como hice yo.

Llega un momento en que estas tan mal que o confiesas y pides ayuda o solo puedes acabar tu vida de dos formas en la cárcel o muerto.

Mi familia estuvo conmigo desde el principio nunca dejaron de estar a mi lado me apoyaron en todo.

Para poder ayudar a un adicto hay que tener mucha paciencia ya que no es tarea fácil ni para el adicto ni para los que le ayudan, porque los que te ven en esa situación no entienden como has podido llegar a ese punto si esa no es la educación  ni los valores que ellos te inculcaron, pero una vez asumido y confesado el problema te quitas un peso de encima y a la vez es una gran paso para que puedas empezar un tratamiento y curarte. Hay que ser valiente coger el toro por los cuernos y seguir adelante y luchar por salir de la adicción.

No es fácil confesar a tu familia esta enfermedad pero ellos son los que te van apoyar y siempre van ha estar para ti. Deja los miedos , no pienses en el que dirán ellos jamás te juzgaran si no sentiste vergüenza a la hora de consumir te comes la vergüenza y confiesas.  

 

.¿Qué padres no estarían dispuestos a ayudar a sus hijos?

Ellos te ayudaran a buscar soluciones para que salgas de ese infierno y vuelvas a tener una vida.

 

Para mi no fue fácil de hecho fue la frase más difícil que he tenido que pronunciar en mi vida “Hola me llamo Julio y soy adicto” , pero gracias a mis padres y a todas esas personas que me han ayudado a volver a encauzar mi vida puedo decir que estoy curado sano y salvo y que tengo una familia maravillosa y que siempre les agradeceré que hayan estado  a mi lado sin juzgarme a todos ellos GRACIAS.


Julio Alberto Gómez 

 




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